Esto es muy importante para quienes contrataron su crédito hipotecario con tasas cercanas al 10 % o menos.

En los últimos años, el crédito hipotecario en México se ha mantenido estable y eso tiene que ver con dos factores importantes: el buen comportamiento en el portafolio hipotecario (ya que la tasa de morosidad no llega a 3 %), y la fuerte competencia que hay en el sector.

Santander anunció una tasa de 7.99 %; con ello, parece haber iniciado lo que podría llamarse “el principio de una guerra de tasas”.

La iniciativa de Santander fue agresiva; casi inmediatamente, Banorte informó sobre su tasa de 8 % y es muy probable que el resto de los bancos siga esa tendencia, para no perder mercado.

Esto es bueno, porque una disminución en las tasas de interés favorece a la población mexicana que busca tener un patrimonio al comprar una casa o departamento a través de un crédito hipotecario, pero también a la que ya paga una hipoteca pues, gracias a la portabilidad, pueden transferir su crédito a otra institución para mejorar sus condiciones financieras. Esto es muy importante para aquellas personas que contrataron su crédito hipotecario con tasas cercanas al 10% o más; y, para quienes tienen sus créditos en salarios mínimos o UMAS, lo recomendable es que los sustituyan a créditos en pesos, a 15 años y a tasa fija.

Pablo, por ejemplo, tiene un crédito a una tasa de 10 % y su saldo, hoy en día, es de un millón de pesos. Eso quiere decir que, de intereses, Pablo va a pagar cerca de 100 000 pesos al año.

Si nosotros cambiamos ese crédito a una tasa de 8 %, Pablo pagaría, anualmente, 80 000 pesos de intereses; es decir, tendrá un ahorro de 20 % del costo del financiamiento. Genial, ¿no? ¡Ese es el punto!

El ahorro en la tasa de interés permitirá formar un patrimonio más sólido.